Primer Expedición Argentina al Polo Norte

Estudiar, organizar y planificar una expedición que alcance el Polo Norte sobre esquíes merece el calificativo de proeza. Así lo lograron los 8 expedicionarios que plantaron la bandera argentina en uno de los rincones más inaccesibles de la Tierra.

El trabajo en equipo, la coordinación de acciones, la solidaridad y la ayuda mutua frente a cualquier circunstancia fueron los grandes atributos de la expedición realizada entre el 28 de Marzo y el 18 de Abril de 2016.

La empresa Duke, especialista en indumentaria técnica, fue la que vistió y apoyó al equipo que llevó adelante esta travesía histórica. Una posibilidad única de exponer y demostrar las características de sus productos ante condiciones realmente extremas. Esos días se vivieron intensamente en la empresa y así lo manifestó su titular José Luis Mastronardi:

“Confeccionamos muchos uniformes durante 30 años, pero desarrollar estos para la primera expedición de argentinos al polo norte, sin duda nos llena de orgullo y nos emociona en lo más profundo”.

El principal objetivo de este emprendimiento expedicionario fue despertar la atención de la sociedad y animar al compromiso con el problema del calentamiento global, para ello el recorrido fue registrado, documentado y se aprovechó para la recolección de muestras para estudio científico. El grupo colaboró con el Instituto Antártico Argentino (IAA) en la recolección de muestras de agua a cinco metros de profundidad y en la perforación del pack de hielo en diferentes latitudes para que los científicos locales puedan realizar comparaciones entre las condiciones en ambos polos.

La Fundación Criteria, una ONG preocupada por temas de la seguridad humana, promovió esta travesía y contó con el apoyo del Ejército y empresas privadas, entre ellas Duke.

La misión, que se concretó durante la primavera boreal y estuvo signada por noches blancas (días de 24 horas de luz solar), aprovechó la ventana climática para la transitablidad sobre el océano Glaciar Ártico.

La expedición

El grupo estuvo conformado por nueve expedicionarios, la mayoría militares especialistas en montaña y un documentalista. El general Figueroa, ex director Antártico que ya comandó la expedición al Polo Sur en el 2000, Gustavo Curti, Ignacio Carro, Luis Cataldo, Emiliano Curti, Juan Pablo de la Rúa y Santiago Tito, militares de entre 28 y 59 años con amplia experiencia en la montaña y en la Antártida. El último integrante y único civil fue el fotógrafo Tomás Heinrich, el primer argentino que hizo cumbre en el Everest.

Partieron desde Barneo, la estación rusa transitoria, montada durante dos meses sobre la masa polar derivante, a dos grados del Polo Norte y administrada por el Instituto Ártico-Antártico ruso. Uno de ellos permaneció en Barneo para servir de enlace y coordinar eventuales salvatajes. El recorrido se extendió por unos 120 kilómetros de travesía, avanzando de 10 a 15 km diarios, arrastrando 50 kg de carga cada uno y soportando temperaturas de -25°c.

Nota: BKMAG

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